"Quien se pronuncia por el camino reformista en lugar de y en oposición a la conquista del poder político y a la revolución social no elige en realidad un camino más tranquilo, seguro y lento hacia el mismo objetivo, sino un objetivo diferente: en lugar de la implantación de una nueva sociedad, elige unas modificaciones insustanciales de la antigua." Rosa Luxemburgo

viernes, 13 de julio de 2012

El Memorándum es un pacto de traidor

por David Lizoain

Pronto los periódicos nos informaran que España finalmente ha solicitado un rescate para su sector financiero, que estará acompañado por unas condiciones muy estrictas. Estrictas es un eufemismo. Los términos acordados en el Memorándum filtrado equivalen a una rendición incondicional. La troika tendrá manos libres para imponer su agenda. El gobierno español ha traicionado a sus ciudadanos. A cambio de la destrucción de nuestra soberanía a los españoles se nos prometen sacrificios sin fin. No importa que esto ya ha sido probado y ha fracasado estrepitosamente en otros lugares.

Cuando leemos en la prensa que “España está siendo rescatado”, recordar que están obligados a observar ciertas normas de decoro. Imagine un término más vulgar, y se puede obtener una imagen más clara de la realidad española. Hoy tenemos un recorte a las prestaciones de paro, recortes de las pensiones, un aumento del IVA, etc. Mañana traerá más de lo mismo, sólo peor. Estos recortes interminables y contraproducentes no son una estrategia de crecimiento. El memorándum español es un documento inmoral que será imposible de implementar. Todo el proceso no tiene sentido, lo que lo hace aún más trágico. Millones de vidas se arruinarán a causa de esta estupidez inmensa. Más niños pasarán hambre y más adultos vivirán en las calle por haber rescatado un sector financiero irresponsable.

El rescate bancario en sí será una estafa colosal. El dinero europeo se utiliza para crear un banco malo, una “Empresa de Gestión de Activos” (AMC). Este banco malo, entonces comprará las hipotecas basura de los bancos que han sido intervenidos, a cambio de dinero en efectivo, acciones y bonos. Estos bonos contarán con el respaldo del Estado español. La basura comprada por el banco malo se valorará de acuerdo con el “valor económico real (al largo plazo) de los activos”. Esto se entiende que es un precio entre el ficticio de los libros y el de mercado. Traducción: los ciudadanos españoles terminarán sobrepagando por la basura.

Antes del rescate, el gobierno se quedó con un dilema: o bien se podía tragar las pérdidas asociadas con el boom inmobiliario o podría provocar un colapso del sector financiero. El rescate-capitulación ni siquiera ha resuelto este dilema. Valorar los activos españoles a precios de mercado provocaría una crisis mayor, que luego se traduciría a los balances de los bancos españoles más fuertes.

La distribución de los costes es totalmente obscena. En medio de la crisis, convencieron a una cantidad inmensa de españoles a comprar preferentes, para que los bancos pudiesen mejorar sus balances. Se les prometió, por supuesto, que esta operación no contenía ningún riesgo, y que no importaba la letra pequeña. Ahora, el Memorándum sugiere que estas víctimas de un fraude financiero lo acaben pagando caro. Los pequeños ahorradores serán castigados para que los grandes banqueros puedan dormir tranquilos.

Mariano Rajoy y su Partido Popular han actuado sin vergüenza. Mintieron en 2004, desesperados por perpetuarse en el poder. Mintieron sistemáticamente mientras estaban en la oposición. Mintieron sistemáticamente durante la campaña electoral de 2011. Mienten sistemáticamente, ahora que están de nuevo en el gobierno. Su falta de respeto a la verdad implica una profunda falta de respeto para los ciudadanos de España. Rajoy desprecia al electorado. Ahora nos tocará vivir la bota de la austeridad pisoteando nuestras caras una vez tras otro.

¿Se pretende que apretando los tornillos a un país con un desempleo preocupante se aliviarán las tensiones en la zona euro, o que se solucionarán su crisis bancaria? El memorando es terrible para España y peligroso para la unidad europea. Debe ser repudiado, no renegociado. Hay mucho debate sobre si los socialistas deben llevar a cabo una oposición responsable, dadas las graves  dificultades económicas. Pero la única estrategia de Rajoy consiste en mentir abiertamente a los electores. El único camino “responsable” consistiría en una oposición directa. No puede haber pacto con un presidente que acaba de vendernos.

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