por Manolis Glezos*
Con
motivo de la visita de la canciller alemana Angela Merkel a Grecia consideramos
que es nuestro deber recordar, tanto a ella como al primer ministro griego
que:
1. La
grande y poderosa Alemania no tiene derecho a eximirse de sus deberes, privando
a Grecia del suyo sobre la base del Derecho Internacional, al tiempo que
tampoco está permitido que Grecia abdique de sus derechos.
2. Las
violaciones del Derecho Internacional y de los principios humanos del honor y
la moral corren el peligro de ver repetirse los fenómenos que han sometido a
sangre y fuego a Europa. El reconocimiento de los crímenes nazis constituye una
garantía elemental de que tales monstruosidades no se vuelvan a repetir.
Nuestro pueblo no ha olvidado y no debe olvidar. Hoy, no demanda venganza sino justicia. Deseamos que los alemanes tampoco hayan olvidado. Porque los pueblos que no recuerdan su memoria histórica están condenados a repetir los mismos errores. Y parece que Angela Merkel conduce a su país, e incluso a la parte más sensible del pueblo, a la juventud, por ese camino resbaladizo, ya que dirigiéndose a los jóvenes de su partido ella no ha dudado en decir que "la ayuda a Grecia debe estar ligada a los deberes de Grecia". ¿Y qué hay de los deberes de Alemania?
Habríamos
esperado que la canciller hubiera dado muestras de una actitud análoga a la de
los aliados hacia Alemania cuando en 1953, con la suspensión de pagos de la
deuda y la ayuda económica que ofrecieron, contribuyeron al desarrollo y a la
reconstrucción de Alemania. La Grecia de entonces no estuvo ausente de aquel
esfuerzo.
No
tenemos la intención de invitar a cenar a la canciller. Pero sí la invitamos a
visitar el Campo de Tiro de Kaisariani para que ella vea aún hoy, 67 años
después del fin de la guerra, que la hierba sigue sin crecer donde se vertió
tanta sangre. La tierra no olvida. Tampoco los hombres tienen derecho a
olvidar.
Es el
momento de unir nuestra voz a la del presidente del partido alemán de
Izquierdas (Die Linke), B. Rixinger, quien con motivo de la llegada de Angela
Merkel a Grecia, le pide que escuche a aquellos que se resisten a los recortes
brutales que amenazan profundizar la polarización del país y le advierte de que
Grecia está en peligro de catástrofe humanitaria.
Ya
estamos pagando esta polarización en mi país con la aparición de Amanecer
Dorado. ¿Es que nos vamos a quedar de brazos cruzados, esperando ver también
las consecuencias de la catástrofe humanitaria? Entonces, será demasiado tarde
no solo para Grecia, sino para Europa entera.
*Manolis
Glezos, 90 años, es el símbolo viviente de la resistencia contra la ocupación
nazi. El 30 de mayo de 1941, fue uno de los dos jóvenes que retiraron la
inmensa bandera nazi que ondeaba en la Acrópolis. Condenado a muerte en
repetidas ocasiones durante y después de la guerra civil, M. Glezos ha pasado
en total más de once años en prisión. Hoy es diputado de SYRIZA (Coalición de
la Izquierda Radical).
Traducción : F. Fafatale
Traducción : F. Fafatale