por El diario.es
13/01/2013
Si todo es susceptible de empeorar en esta crisis, la
gestión de la ayuda al desarrollo española no se iba a escapar de esta
posibilidad. Al tajo que se ha llevado la Ayuda Oficial al Desarrollo
(AOD) en los presupuestos de los últimos cuatro años, con casi un 73% de recorte acumulado,
se une la cuasi imposibilidad de encontrar destino al dinero dotado en
forma de créditos reembolsables por las condiciones draconianas
impuestas desde el Gobierno.
Así, Hacienda está exigiendo a los gestores del Fondo para la Promoción del Desarrollo ( Fonprode)
el organismo que actualmente cuenta con más dotación presupuestaria
para AOD de la Administración Central, que coloquen estos recursos con
un tipo de interés superior al que a España le cuesta financiarse, lo
que consideran, " precio de mercado". A la
postre, esto se traduce en exigir tipos próximos al 10% de interés, (en
varios momentos de 2012 España se ha financiado en el entorno del 6%),
según denuncian diversas fuentes y ONG que conocen la marcha de este
tipo de operaciones. El Gobierno hace así de correa de transmisión a la
situación de asfixia con la que desde el exterior se presiona a la deuda
española y traslada el problema de la crisis de deuda al tercer mundo.
La cooperación mediante créditos reeembolsables se instrumentaliza
mediante los conocidos como préstamos "blandos". Sin embargo, a partir
de un 5% de interés, los créditos ya no se pueden considerar "blandos" y
las condiciones pasan a ser leoninas. Y es que, además, bajo la premisa
de que un crédito fallido puede ir a déficit, Hacienda exige también
una alta certidumbre de devolución de la inversión, lo que en muchos
casos lleva a la cooperación pública española a exigir una prima de
riesgo añadida al interés, lo que se traduce en rentabilidades esperadas
próximas al 13% o el 14%.
Tradicionalmente, la cooperación al desarrollo se realiza mediante dos
tipos de ayuda muy diferenciadas: la donación o los créditos
reembolsables. Tras la crisis, España ha reducido drásticamente la parte
de donación y ha aumentado la cooperación financiera, esto es, la que
los países pobres deben devolver. Sin embargo, Hacienda exige estas
condiciones tan restrictivas para liberar los fondos, lo que en la
práctica los ha bloqueado.
Por lo
pronto, desde que se creó el Fonprode, en 2011 en plena crisis de la
deuda, no se ha logrado firmar ningún préstamo bilateral que cumpliera
las condiciones impuestas tanto por la propia característica del fondo,
que debe perseguir fines de cooperación social, como de los requisitos
financieros impuestos desde los despachos de Hacienda. Paradójicamente,
Fonprode se creó para subsanar el deficiente uso en cooperación de los
ya extintos créditos FAD, pero el relevo de este nuevo sistema no ha
hecho más que bloquear los recursos.
De esta forma, el principal brazo financiero con el que cuenta la
cooperación española para actuar se ha quedado prácticamente inutilizado
ya que es casi imposible encontrar inversiones "sociales" que ofrezcan
rentabilidades esperadas a estos niveles. En su diseño, el Fonprode se
estructuró para ofrecer una parte de ayuda reembolsable y otra tipo
donación. Este último tramo se ha ido reduciendo hasta que para el
ejericico 2013, Hacienda ha exigido que toda la dotación (385 millones
de euros) se canalice por la vía de los créditos.
Esta gestión financiera choca con el espíritu con el que nació Fonprode y
que está recogido en la ley en el que dice que tendrá como finalidad
"la erradicación de la pobreza, la reducción de las desigualdades e
inequidades sociales entre personas y comunidades, la igualdad de
género, la defensa de los derechos humanos y la promoción del desarrollo
humano y sostenible en los países empobrecidos".
Entrada en fondos de inversión
El Fonprode participa en la actualidad en fondos de inversión, como el
fondo africano para la agricultura, o el fondo para los bosques de
África, que persiguen los fines de desarrollo exigidos para computar
como AOD (ver archivo adjunto). Sin embargo, la autorización para entrar
en estos fondos se hizo hace ya más de dos años y ahora sería
impensable por que la rentabilidad ya no se ajusta a los criterios de
Hacienda.
En cualquier caso,
Verónica Hernández de Intermón Oxfam, critica que la inversión española
se canalice por esta vía de los fondos de inversión que considera poco
"transparente". Hernández pone en duda las inversiones "sociales" que
puedan ofrecer rentabilidades tan elevadas, ya que cree que el propio
mercado se ocuparía de entrar en esas oportunidades de negocio si
pudiera obtener un retorno tan alto.
En 2012, el Consejo de Ministros dio salida a poco más de 35 millones
de euros desde este fondo. Alrededor de 12 millones de euros se fueron a
un fondo de infraestructuras en energías renovables en Latinoamérica;
poco más de 14 millones de euros para un fondo colombiano que invierte
en pymes y una donación al Banco Mundial de casi 9 millones de euros
para un fondo en favor de la inmunización (en el ejercicio anterior aún
se podía donar una pequeña parte de los recursos). El pasado año el
fondo estaba dotado con 410 millones de euros.
El
director de la oficina de Fonprode, Juancho Izuzquiza, asegura que 2012
fue un año "absolutamente atípico" por el cambio de Gobierno y la fecha
de aprobación del PGE como motivo para esta escasez de operaciones.
Otra solución para desembolsar la dotación presupuestaria es la de
darla a otras organizaciones multilaterales que a su vez invierten en
proyectos de cooperación. En 2011 el Fonprode destinó 300 millones de euros al Banco Europeo de Inversiones.
Desde el cambio de la ley en 2010, el Fonprode aglutina toda la
cooperación financiera por lo que heredó la deuda viva del FAD
atribuible a operaciones a iniciativa del Ministerio de Asuntos
Exteriores y del Fondo para la Concesión de Microcréditos (FCM), incluyendo las operaciones en trámite, de ahí su abultado tamaño.
Desde Intermón Oxfam denuncian también que debido al tratamiento
presupuestario especial de los fondos destinados a Fonprode, que no
computan como déficit, el Ejecutivo ha tratado de "inflar" esta partida
en la AOD para no quedar tan mal en la comparación, aunque en la
práctica no se le pueda hacer prácticamente uso. Así, frente a los
virtuales 385 millones de euros que maneja el Fonprode, la Aeci dispone
de 266,45 millones de euros para gastar en 2013 y el Fondo del Agua
cuenta con 5 millones de euros.
http://www.eldiario.es/economia/Hacienda-convierte-desarrollo-espanola-financiero_0_89941159.html