595 empleadas despedidas acampan frente al Ministerio de Hacienda
por Clara Palma Hermann, Atenas (Grecia), Diagonal periódico, 18/09/14.
En caso de perder la batalla judicial, algunas de ellas aún confían en poder ganar la batalla política. “Todo apunta a que el próximo Gobierno será de izquierdas. Entonces, tenemos la certeza de que estaremos de nuevo en nuestros trabajos”. En la última encuesta de Palmos de intención de voto, la coalición de izquierdas Syriza aventaja a Nueva Democracia en ocho puntos.
por Clara Palma Hermann, Atenas (Grecia), Diagonal periódico, 18/09/14.
La lucha de las limpiadoras despedidas se ha
convertido en un símbolo de la resistencia a las políticas de recortes
en el sector público. A pocos días de la jornada internacional de
solidaridad del 20 de septiembre, las limpiadoras se han convertido en
uno de los símbolos emblemáticos de la lucha contra los recortes,
acampadas desde mayo en la entrada del Ministerio de Finanzas, su
empleador, aunque muchas de ellas trabajaban en diversas oficinas de
Hacienda por todo el país. El 23 de septiembre, el Tribunal Supremo
griego dictará la sentencia definitiva.
Hace un año, las 595
trabajadoras fueron incluidas en el llamado esquema de movilidad, un
sistema dirigido a reducir puestos de trabajo en el sector público. Las
limpiadoras, que desde 2005 gozaban de contratos indefinidos gracias a
una normativa europea, fueron incluidas en el paquete de 11.000 despidos
que el Gobierno se comprometió a llevar a cabo para finales de 2013,
con la justificación de que la gestión privada de los servicios de
limpieza ahorraría costes.
“Desde entonces, comenzamos a reunirnos cada día aquí delante del
ministerio”, rememora Déspina Kostopulu, que pasó 22 años trabajando en
una oficina de Hacienda de un suburbio ateniense. “Al principio, éramos
unas pocas; luego, poco a poco, fueron llegando más y empezamos a
manifestarnos. Durante ocho meses enteros nos movilizamos cada vez que
venía la Troika
o había un acto del primer ministro o de los diferentes ministros... Y
así llegamos al 5 de mayo, en que decidimos crear este espacio, esta
ocupación”.
Al comienzo de una bocacalle de la céntrica plaza Sintagma, las
tiendas de campaña, los pósters, banderas y los numerosos ventiladores
dejan abierto un estrecho paso para acceder al ministerio. El mes de
agosto ha sido especialmente difícil, reconocen: a las altas
temperaturas se sumó la llegada de las primeras cartas de despido para
48 limpiadoras y de una notificación de los juzgados para Déspina y
otras dos compañeras. Los cargos que se les imputan –insultos,
perturbación de la paz social en lugar público– y, a una de ellas,
agresión a un agente, se produjeron durante una carga policial que tuvo
lugar el 13 de junio y que dejó a dos trabajadoras y a una
fotoperiodista heridas. Ese día, las limpiadoras se dirigían a ver al
ministro de Finanzas, después de que el Aerópago, el Tribunal Supremo
griego, estimase el recurso del ministerio para no readmitir a la
plantilla.
Sentencias contradictorias
El comienzo de la batalla judicial había sido prometedor para ellas.
Después de que el propio Aerópago tumbara el recorte de los sueldos de
policías y militares, y de que otros tribunales juzgasen ilegales las
medidas aplicadas a otros colectivos, el juzgado de primera instancia de
Atenas ordenó en mayo al ministerio que volviera a contratar a 397
limpiadoras. El despido, según la sentencia, había sido “ilegal e
inconstitucional”, sin que concurriera “una evaluación previa de su
trabajo”.
No obstante, el Tribunal Supremo admitió el recurso del ministerio, amparado en el “interés
nacional” de los despidos, y paralizó la recontratación, a la espera de
la sentencia definitiva, que llegará el 23 de septiembre. “No quiero
pensar en ello, pero imagino que, al tratarse del mismo tribunal, que ya
dijo que el ministerio hizo bien en despedirnos, el resultado va a ser
el mismo –supone Déspina–. De esta manera quieren excluirnos para que
no tengamos derecho a hacer ya nada más”.
En caso de que la sentencia sea negativa, las trabajadoras están
decididas a buscar justicia en un tribunal europeo. Sin embargo, son
conscientes de lo que este paso conlleva: años de litigios cuyo
resultado difícilmente afectará a mujeres que, en su mayoría, se
encontraban ya a pocos años de la jubilación.
Numerosas figuras públicas han expresado su apoyo a las
reivindicaciones de las trabajadoras. La conocida cantante Jaris Alexiu
se embutió el guante rojo de las limpiadoras durante un concierto
solidario que dio en la plaza Sintagma. Según confirman las
trabajadoras, movimientos ciudadanos y organizaciones de toda Europa les
han enviado mensajes de apoyo. “Esto nos da tanta fuerza y tanto coraje
que, en realidad, ya no tenemos el derecho de parar esto que estamos
haciendo –reconoce conmovida Déspina–. La gente normal, cada vez que
pasa por aquí, viene a darnos la mano y a decirnos ‘bravo chicas, seguid
así’”.
En caso de perder la batalla judicial, algunas de ellas aún confían en poder ganar la batalla política. “Todo apunta a que el próximo Gobierno será de izquierdas. Entonces, tenemos la certeza de que estaremos de nuevo en nuestros trabajos”. En la última encuesta de Palmos de intención de voto, la coalición de izquierdas Syriza aventaja a Nueva Democracia en ocho puntos.
Grecia: el poder adquisitivo cae un 23%
El 1 de septiembre, el primer ministro griego, Antonis Samarás,
declaró que para 2020 se habrán creado 770.000 puestos de trabajo. Menos
halagüeños son los datos del último estudio del Instituto de Trabajo
del sindicato unificado del sector privado, según el cual el paro
tardará como poco 20 años en reducirse hasta niveles precrisis. Además,
revela que unos 850.000 trabajadores perciben sus salarios con retrasos
de entre uno y doce meses, y que el sueldo medio del sector privado ha
caído hasta situarse en los 750-800 euros. Por todo ello, el poder
adquisitivo del ciudadano medio ha caído un 23%.
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