por Émilie Paumard
Traducido por Griselda Pinero
Este 17 de junio se celebraba en el Parlamento
griego la primera jornada de presentación del informe preliminar de la
Comisión para la Verdad sobre la Deuda Pública de Grecia, en presencia del Primer ministro Alexis Tsipras y varios de sus ministros, |1|
y de invitados internacionales. Presidida por Zoe Konstantopoulou,
Presidente del Parlamento griego (la Vouli) y moderada especialmente por
Sofia Sakofara y Éric Toussaint, responsable de las relaciones de la
Comisión de auditoría con el Parlamento Europeo y coordinador científico
de la iniciativa respectivamente. Con ocasión de esta jornada, se ha
podido explicar, en el recinto del Parlamento y ante la mirada de la
ciudadanía griega, por qué la deuda, cuyo pago se le reclama a Grecia,
es en realidad en gran parte ilegal, ilegítima, odiosa e insostenible.
Si bien el objetivo de este encuentro era
exponer los primeros resultados de la investigación llevada a cabo por
los expertos de la Comisión durante estos tres últimos meses sobre las
causas profundas de la creación y expansión de la deuda
pública griega, es conveniente situar esta iniciativa en su contexto
político. La presidente de la Vouli insistió en recordar, ante numerosos
dirigentes políticos del país, la responsabilidad que les incumbe de
respetar el mandato que el pueblo les ha confiado: «La creación de esta
comisión fue decidida el 4 de abril pero en realidad estaba pensada
desde mucho antes, como reivindicación social de todo un pueblo que
rechaza la aberración que constituye el reembolso de una deuda de la que
no obtuvo ningún beneficio
y de la que todavía es víctima. Nuestro pueblo quiere ejercer su
derecho democrático para poder rechazar la tiranía de los Protocoles de
acuerdo; pero este Parlamento es el pilar de la democracia para que un
control de legitimidad sea realizado y para que se sepa la verdad sobre
esta deuda.»
- Sofia Sakorafa
Respaldado por el recordatorio de esa misión, Éric Toussaint tomó la
palabra con el fin de exponer las líneas de fuerza de ese informe
preliminar. El coordinador de la Comisión hizo, por lo tanto, un relato
de la crisis que sufre Grecia, pero un relato bien diferente al narrado
cotidianamente por los grandes medios de comunicación desde hace
aproximadamente cinco años: «Hemos comprendido que el diagnóstico que
nos propusieron de una Grecia con unas finanzas públicas desastrosas no
era cierto», explicó Éric Toussaint. El análisis de las cifras y de los
hechos permitió a los miembros de la comisión tener una mirada diferente
sobre los acontecimientos pasados: a partir de la entrada de Grecia en
la zona euro, los capitales privados afluyeron hacia la economía griega,
que les ofrecía un rendimiento interesante. Pero como se sabe, allí
donde afluyen capitales aparece una burbuja especulativa.
Y las cifras que lo prueban las tiene la Comisión: entre 2001 y 2009,
los préstamos a los hogares se multiplicaron por siete, a las empresas
por cuatro, mientras que las sumas prestadas al Estado solo aumentaron
un 20 %. A fines de los años 2000, las cuentas conflictivas no eran las
del Estado, sino la del sector privado extremadamente endeudado.
El FMI
sabía perfectamente que las medidas tendrían un terrible coste social y
económico. Y como por todos lados en Europa y en Estados Unidos, cuando
la burbuja del crédito estalló en 2007-2008 fue el Estado griego el que
estuvo al costado de los bancos atiborrados de créditos
fáciles y con riesgos, comprometiéndose en cerca de 28.000 millones de
euros en el rescate del sector bancario. Pero ese regalo no fue
suficiente para detener la hemorragia de la crisis de las deudas
privadas, y el tipo de interés
se disparó. En 2009-2010, los bancos griegos, al igual que los grandes
bancos europeos y estadounidenses, estaban, por lo tanto, en una
situación crítica que podía tener graves repercusiones, y no era posible
decir a los ciudadanos que se debía rescatar a los bancos privados. Así
que se decidió dramatizar la situación de las cuentas públicas, no
solamente por medio de una campaña de desinformación, sino también
mediante la falsificación de estadísticas, agravando de esa manera el
déficit público y la deuda. «Contrariamente a la idea que se ha
machacado en los medios de comunicación, ¡no hay ninguna excepción
griega! Por el contrario, lo que pasó era muy parecido a lo que pasaba
en Estados Unidos, en Irlanda o en España. La excepción griega apareció
más tarde, con la violencia inaudita de las condiciones dictadas por
los acreedores, que cada día exigían desangrar un poco más al pueblo
griego.» Y esta sangría no solo estuvo desencadenada intencionadamente
sino que también estuvo sabiamente orquestada. La comisión de auditoría
pudo acceder a un documento confidencial del FMI fechado en 2010 que
anuncia en dos páginas la extensión de los daños que llegarían: recortes
salariales y de pensiones, caída del PIB,
aumento de la deuda. Como lo resume Éric Toussaint: «El FMI sabía
perfectamente que las medidas tendrían un terrible coste social y
económico.»
Pero los falsos discursos y las falsas promesas no acabaron allí. En
2012, los grandes medios de comunicación y los dirigentes políticos
ejercieron su coerción sobre los pueblos de Europa para que así lo
creyeran: al participar en la reestructuración de la deuda, no solo el
sector privado metería la mano en el bolsillo, aún más, ¡permitiría que
Grecia aliviara su carga y a su pueblo! Un examen profundo de ese alivio
de deuda muestra otra realidad. No todos los acreedores remaban en el
mismo bote. Efectivamente, esa tardía reestructuración dio tiempo a los
grandes bancos sistémicos
de librarse del «riesgo griego». Además, se protegieron a los mayores
acreedores privados al hacerles beneficiarios de un mecanismo
privilegiado que les permitía amortizar el coste de la operación. En
cambio, para los fondos de pensión y las cajas de pensiones de los
asalariados modestos, no hubo ningún remedio: la pérdida de más del 50 %
de los activos de los fondos de pensión afectó a cerca de 15.000
pequeños inversionistas.
- Eric Toussaint
Por otra parte, en el marco de las negociaciones actuales entre
Grecia y sus acreedores para obtener la financiación necesaria para el
reembolso de 7.200 millones de euros al FMI y al BCE,
le pareció esencial al politólogo belga recordar la naturaleza de los
pagos próximos: «El dinero que el BCE reclamará en julio y en agosto a
Grecia, son títulos de 2011 que compró con un descuento en el mercado
secundario, y ahora demanda el reembolso del 100 %. El BCE, que rechazó
la participación en la reestructuración de 2012 y que ahora pide nuevas
medidas contra Grecia, se aprovecha abusivamente de la situación.»
Antes de dar la palabra a los diferentes miembros de la Comisión para
que expongan en detalle las primeras conclusiones de sus trabajos, Éric
Toussaint terminó su discurso en estos términos: «Estoy persuadido que
en el transcurso de estas dos jornadas, todos aprenderemos mucho de los
elementos que darán argumentos al gobierno y al Parlamento griego, así
como a todos los periodistas sinceros que quieren realmente informar a
la opinión pública, para que la verdad sobre la deuda griega salga a la
luz.»
- Maria-Lucia Fatorelli
Luego se sucedieron las intervenciones de los miembros de la
Comisión de auditoría, entre los cuales Cephas Lumina, ex experto
independiente de las Naciones Unidas sobre la deuda y los derechos
humanos, Diego Borja Cornejo, ex ministro de Políticas Económicas y ex
presidente del Banco Central
de Ecuador, y también Maria Lucia Fatorelli, miembro de la comisión de
auditoría de Ecuador. Presentaron de forma tan pedagógica como rigurosa
los análisis publicados en el informe preliminar, que estará disponible
en griego y en inglés desde el 18 de junio.
Esta jornada también permitió a una serie de invitados internacionales |2|
declarar su apoyo a la iniciativa de auditoría. Así es como Eric
Calcagno, Presidente de la Comisión de Auditoría de la Deuda Argentina,
Claudio Lozano, diputado argentino, Mikel Noval, dirigente del sindicato
vasco ELA, Raoul Hedebouw, diputado belga, y Fathi Chamki, diputado
tunecino, pudieron expresar su solidaridad con el pueblo griego en su
lucha contra la austeridad, y además recordar, como lo hizo muy bien
Eric Calcagno, que lo que ha soportado Grecia está dentro de un programa
de ataque global y sistemático contra los pueblos del mundo: «Son como
los médicos de Molière: hay que darle una purga al enfermo, cualquiera
sea este y cualesquiera sean sus males. Y siempre aplican las mismas
recetas, que dan siempre los mismos resultados. El ajuste no ajusta
nada. No solo es una burla a la dignidad de nuestros pueblos, sino que
su ineficacia insulta a nuestra inteligencia.»
La segunda jornada de presentación del informe, así como la
conferencia de prensa que se hará a continuación, que oficializará su
publicación y su difusión, será de nuevo la ocasión de restablecer, en
el seno de la Vouli, la dignidad y la inteligencia robadas al pueblo
griego.
Notas:
|1|
La lista de ministros griegos, embajadores, representantes de las
administraciones griegas y representantes de los movimientos sociales
presentes en estas jornadas será publicada posteriormente en esta web.|2| Otros invitados se unirán a la delegación extranjera en la segunda jornada de la presentación.
Ver en linea: http://cadtm.org/Resena-de-la-primera-jornada-de-la