por Pablo Soto, Sato Díaz
— Deduzco que apuesta por una candidatura de unidad popular para las generales…
Lo primero que hizo Pablo Soto (Madrid, 1979) cuando se incorporó a su despacho como nuevo concejal de Participación Ciudadana, Transparencia y Gobierno Abierto de Madrid
fue cambiar una gran mesa que presidía la habitación por varias más
“normales” para su equipo de trabajo, nos cuenta uno de sus
colaboradores. Poco después entra el edil en su despacho situado en las
oficinas municipales de la calle Alcalá 45 para atender a cuartopoder.es en esta entrevista. Durante la conversación, el concejal de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato, entra acompañado por representantes de la Plataforma por la Auditoría Ciudadana de la Deuda,
estos le entregan unos papeles a Soto, le preguntaremos por ello. Pablo
Soto fue integrante del equipo de Participación Ciudadana inicial de
Podemos y activista del 15M. En 2011 fue absuelto en un juicio en el que
las discográficas le acusaban de atentado contra la propiedad
intelectual. Es experto en software y creador de un programa de
intercambio de archivos por Internet. Le llaman Pablo P2P [peer to
peer].
— Concejal de Participación Ciudadana, Transparencia y
Gobierno Abierto. ¿Cómo van a notar los ciudadanos de Madrid la
existencia de esta Concejalía?
— Algunos ya lo están notando. Por ejemplo, los trabajadores del
Ayuntamiento. A todos los funcionarios les ha llegado un email
explicando el área, sus servicios y departamentos nuevos y a qué se va a
dedicar toda esta estructura y cuál es el plan para los próximos cuatro
años. También se les ha animado a que envíen sus ideas y sus
propuestas. Han respondido con cientos de emails agradeciendo el detalle
y 200 de ellos adjuntando un currículum por si podían venir a ayudarnos
en esta tarea. También lo han notado los voluntarios de Madrid, a los
que también les hemos enviado un email, son 10.000 personas, y 300 de
ellos se han ofrecido para moderar el portal de participación. Tenemos
moderadores y dinamizadores de sobra. También hemos presentado el Área
de Gobierno en el Medialab-Prado tratando de mostrar lo que pasa en la
Comisión del Pleno de Participación. Aunque puede asistir público a las
comisiones, estas tienen un formato cerrado de tiempos, para las
preguntas concretas, para las respuestas… Lo que hicimos fue un debate
abierto con los portavoces de la comisión del PSOE, Ciudadanos y PP, con
gente de la calle, con expertos… La obsesión que tenemos es abrir los
procesos lo máximo posible. Los ciudadanos lo van a notar mucho más en
septiembre, cuando abramos los procesos nuevos de participación, pues
habrá vías de participación reales y efectivas en Madrid.
— ¿Por ejemplo?
— En torno al 7 de septiembre vamos a abrir a toda la ciudadanía un
debate en la web del nuevo portal del Gobierno Abierto. Ahora hay vías
de comunicación con el Ayuntamiento, como las reclamaciones,
sugerencias… Pero ahora es como si mandas un mensaje en una botella al
mar, no hay ningún debate abierto, ningún tipo de deliberación sobre las
cuestiones que le preocupan a la gente, más allá de los debates en el
Pleno, que no son participativos. En los distritos se están abriendo
debates con participación física de los vecinos y desde el día 7 estará
este portal. En él, cualquier persona puede abrir un hilo de
conversación con el tema que considere y el resto de ciudadanos votar a
favor o en contra, responder y debatir. Es algo que se hace en mil
plataformas, pero esta es la oficial del Ayuntamiento, en la que tendrán
perfiles de usuario Manuela Carmena y todos los
concejales, así como todos los directores generales y altos funcionarios
que lo pidan. Es un debate en el que participaremos de uno a uno, un
debate abierto donde todo el mundo pueda expresar lo que quiera.
Lo siguiente que lanzaremos también en septiembre son las iniciativas
ciudadanas. Este será el primer mecanismo de participación vinculante,
real y efectivo. No sólo estará accesible en el portal, también en todas
las oficinas de distrito, en todas las ventanillas donde se va a hacer
gestiones como el padrón. De este modo, superamos la brecha digital,
pero entendemos que mucha gente participará por el portal web, porque
será muy fácil. Va a ser un procedimiento parecido al de una ILP
(Iniciativa Legislativa Popular), pero que funcione de verdad. Cualquier
persona o colectivo podrá plantear una iniciativa de cualquier tipo y
en ese momento entra en periodo de recogida de apoyos. La gente en las
ventanillas y en la web podrá apoyar la iniciativa que le guste. El
umbral de apoyos necesarios será el 2%, si usamos el padrón de los
mayores de 16 años serían 50.000 apoyos. En el momento en el que se
llegue a esos apoyos, se someterá a consulta de todos los ciudadanos.
Dependiendo de si se quiere hacer una vía muy institucionalizada, se
haría un referéndum, que eso implica que se abran los colegios
electorales, pedir autorización al Gobierno central… Pero también se
puede hacer una votación, con este portal se permitiría el voto
electrónico y que se pueda votar durante una semana en las ventanillas…
Si en los resultados de las votaciones sale que sí, nosotros nos
comprometemos a votar que sí en el Pleno, el PSOE también se
comprometió, y se puede conseguir que sea vinculante.
— ¿Los presupuestos participativos se elaborarán con un procedimiento similar?
— Los presupuestos participativos son un mecanismo un poco más
complejo. El planteamiento es que un porcentaje del presupuesto de
inversiones, es decir, el dinero con el que se dota a los distritos de
infraestructura, se gasta en lo que digan los vecinos. Las propuestas
las puede presentar una persona, un colectivo o una empresa, por
ejemplo, una constructora, con la diferencia de que en vez de tener que
convencer sólo al concejal de Urbanismo tiene que convencer al resto de
los vecinos. Con todos esos proyectos, los técnicos del Ayuntamiento
ayudan a que estén perfectamente presentados los proyectos, y luego se
listan y, como en la compra, los vecinos elegirán en qué se gastarían
tantos millones de euros que están a disposición de ellos. En la campaña
electoral nos hemos dado cuenta de que la gente sabe lo que necesita, y
que en lo barrios hay un consenso enorme de qué es lo que necesita el
barrio. Es algo muy razonable. Este mecanismo se está extendiendo por
todo el mundo, en París se han gastado 480 millones de euros con este
sistema, estamos en contacto con ellos y tendremos un Skype muy pronto
para que nos cuenten qué errores y aciertos han tenido. Se está
extendiendo por muchas ciudades, nos enteramos en cada momento de dónde
se va implantando. Aquí nadie intermedia, por lo que salen las
necesidades reales del barrio.
— ¿Qué es ese proyecto de la Auditoría Ciudadana de la Deuda?
— En nuestro programa electoral está que desarrollaremos la auditoría
ciudadana de la deuda, y eso se articula en dos pilares: participación y
transparencia. Es un proceso complejo porque hay muchos actores, la
propia institución, los expertos, la ciudadanía en general… El objetivo
de una auditoría no es decidir, es entender. Mirar, ver y entender qué
ha pasado. Por eso tiene que ser un proceso participado, y por eso
estamos con ello en esta Concejalía. No es una cosa rápida. La oficina
de Innovación Social es la que se dedica a crear espacios fuera de la
institución y dotarlos para pensar estas cosas, para hacer procesos
participativos, generar herramientas de participación para que sea
efectivo este cambio. Hay procesos participativos concretos, como la
auditoría de la deuda o la gestión de espacios culturales. Desde la
oficina de innovación social se gestiona cada tema, en este caso la
auditoría de la deuda. Existe la Plataforma para la Auditoría Ciudadana de la Deuda
que lleva años trabajando sobre este tema, ¿cómo íbamos a no
escucharlos? Pero también escucharemos a los expertos del Ayuntamiento, a
la sociedad civil, a la oposición…
— Usted formó parte del equipo de Participación Ciudadana de Podemos. ¿Cuál es su actual vinculación con este partido?
— No tengo tiempo para participar en el equipo de Participación
estatal de Podemos, ni tengo ningún cargo orgánico en Podemos. Soy
miembro de Podemos como mucha gente que ha participado en los procesos
de Podemos, más de 300.000 personas. Tengo mucha relación con muchos
compañeros que sí que tienen más vinculación. Ahora estoy en Ahora
Madrid y sobre todo en el Gobierno de Madrid y quizás desde aquí también
pueda ser útil a Podemos, porque la gente que no estamos tan metidos
orgánicamente en Podemos tenemos la capacidad de percibir cosas y
señalarlas, algo que quizás es más difícil desde dentro. Creo que
estamos en un momento en el que Podemos tiene que tener cuidado con los
errores, tiene que admitir que hay un afuera de Podemos enorme, Ahora
Madrid es el ejemplo, y abrirse.
—¿Qué opina del sistema de primarias de Podemos y del referéndum sobre la estrategia de confluencia?
— No me han gustado ninguna de las dos cosas. Le puedo decir que muy
al principio de Podemos tuve una conversación con gente de una
relevancia muy grande en el partido, analizando cuál es el problema de
los partidos políticos que nos ha llevado a esta corrupción de la
democracia. Un análisis compartido era que los partidos se habían
convertido en máquinas de crear listas de gente a dedo. Eso generaba un
clientelismo enorme, corrupción, luchas entre familias y dinámicas nada
democráticas. De ese análisis se entiende que si se consigue un partido
que no sea una máquina de hacer listas a dedo tenemos mucho ganado.
Ahora tengo miedo de que Podemos se esté convirtiendo en eso, porque del
puesto 1 al puesto más allá del 60 de la lista salida en el resultado
de las primarias es el resultado, a su vez, de una llamada de teléfono.
Han sido unas primarias con muy baja participación, donde ha arrasado la
lista de Pablo Iglesias, como era evidente, pero no ha
habido ningún elemento corrector para que si hay un 10 por ciento de
votos que no van a Pablo Iglesias entrara alguien de otra lista. Cuando
diseñas unas primarias puedes tener en cuanta diversos criterios y aquí
no se ha buscado ninguno de proporcionalidad ni pluralidad y entonces no
me gusta el diseño que se ha hecho. De facto es un sistema mayoritario,
que con un 50% más uno de los votos se consigue toda una lista, y es
algo que ha pasado en estas primarias, en los consejos ciudadanos, algo
que no me gusta.
En cuanto al referéndum, creo que se deberían haber hecho más
preguntas. Una parte importante de las bases están hablando de abrir un
proceso de confluencia, no en Cataluña, sino de ámbito estatal. La
propia pregunta sometida a referéndum cerraba esta posibilidad. Creo que
es un camino que si la mayoría de las bases lo hubiera elegido, tendría
que haber sido el que se debía tomar, ya que esto va de lo que quiera
la mayoría. Yo hablo muy claro, por eso me gusta estar dentro y fuera de
Podemos, y creo que es útil para Podemos, porque hay mucha gente dentro
de Podemos que piensa así y que quizás no tiene entidad suficiente para
plantear esto. A mí me parece necesario.
—Usted participó en la presentación de Ahora en Común. ¿Qué aporta Ahora en Común que no tiene Podemos?
— No sabría decir. En realidad no conozco suficiente. No sé si existe
el concepto de ser de Ahora en Común. Me parece interesante la idea que
hay detrás, abrir un proceso de aquí a las generales. La experiencia de
Ahora Madrid desmiente la falsa dicotomía de que hay que elegir entre
herramientas democráticas o partidos eficaces. No hay que elegir entre
un Podemos muy vertical o cerrado, que sea una máquina de guerra
electoral, y un Podemos muy abierto, que hace unas primarias pensando en
mezclarse con la sociedad civil, con otros partidos, con
independientes, con un programa radicalmente democrático en el que no
sea una minoría la que diga sí o no a la renta básica, sino que sea la
gente la que lo proponga y lo vote. Que la gente vote incluso si
renunciar a su marca o no. Es mentira que haya que elegir entre eficacia
y democracia. En Ahora Madrid, con un proceso radicalmente democrático
se ganó el Ayuntamiento de Madrid a Esperanza Aguirre.
En cuanto a los plazos, parece que no va a dar tiempo, pero claro que da
tiempo. La marca y la candidata de Ahora Madrid llegaron dos meses
antes de las elecciones. ¡La marca y la candidata! Lo que había detrás
era un movimiento fuerte, pero ese movimiento está ahí ahora también,
dentro y fuera de Podemos, hay un movimiento popular, una revolución
democrática que lleva cuatro años en este país. La gente que estamos
dando el salto institucional tenemos la responsabilidad de no cerrar los
procesos por miedo a que no nos salga bien. Nuestra responsabilidad es
abrir, abrir los procesos, no hacerlos a tu manera aunque creas que
tienes razón.
— Deduzco que apuesta por una candidatura de unidad popular para las generales…
— Sí. Quizás la marca sea Podemos, pero no puede
ser por imposición de una minoría, de una ejecutiva. Es como cuando la
ejecutiva de IU decía que la unidad popular eran ellos. Eso son medidas
partidistas, no de unidad popular. Si Podemos quiere ser método y
herramienta, tiene que ser método y herramienta. No un partido
tradicional.
— ¿Cree que habrá, finalmente, una candidatura de unidad popular para las generales?
— Sí, espero que sí. Si no, apelaremos a la inteligencia colectiva
para que entre todos apoyemos a la opción mejor y no dividamos el voto.
Artículo publicado el 6/8/2015 en Cuarto Poder